Tanto pacientes como médicos dicen que en esta patología el tiempo es decisivo. No obstante, existen dos posturas sobre cuándo hacer la primera mamografía. En Europa se recomienda iniciar el programa de detección precoz a los 50 años, mientras que en Estados Unidos se ha venido apostando por realizar la prueba a partir de los 40. Sin embargo, ahora se pone en duda si es más perjudicial que beneficioso empezar a esa edad estas revisiones. España también presenta una situación peculiar ya que no todas las comunidades tienen el mismo criterio.
A pesar de que los médicos consultados por SALUD consideran que las guías europeas son correctas, lo cierto es que hay comunidades autónomas cuyos programas de cribado mamario comienzan a los 45 años y otras en las que hasta los 50 no se realiza la primera mamografía. ¿A qué se deben estas diferencias?
Teniendo en cuenta que las competencias sanitarias están transferidas a cada comunidad autónoma "y que en algún punto hay que poner el corte, cada autonomía elige un criterio para decidir la cobertura. Desgraciadamente, los recursos son limitados y hay que optimizarlos", argumenta Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación del Cáncer de Mama (GEICAM) y jefe del servicio de Oncología del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
No hay que olvidar que, "independientemente de los programas de cribado, el médico tiene que valorar el riesgo individual de cada paciente y diseñar la mejor estrategia en función del mismo".
Aunque numerosos países tienen programas de cribado, la efectividad de la prueba en mujeres menores de 50 años sigue siendo objeto de debate, especialmente ahora que los expertos de los servicios de medicina preventiva de Estados Unidos han anunciado, tras un análisis de varios estudios, un cambio en las recomendaciones vigentes en dicho país. Después de revisar los datos de seis trabajos médicos independientes, proponen reducir el número de cribados mamográficos. Retrasando la edad de inicio a los 50 años y espaciando la prueba a una frecuencia bienal, tal y como actualmente aconseja la Comisión Europea.
Lla mayoría de los casos de los tumores mamarios crecen despacio, por lo que quienes se someten al cribado mamográfico bienal no corren más riesgo de padecer un cáncer avanzado que las que lo realizan anualmente.
Lo cierto es que, hoy por hoy, el único método de diagnóstico que ha demostrado ser eficaz es la mamografía y, aunque el 70% de la población diana de las campañas de cribado acude a las revisiones pertinentes, todavía una de cada tres mujeres en edad de riesgo no va a la cita.
Pruebas de la evolución
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