Un nuevo sistema de ayudas al estudio que doble en el curso 2015-2016 el número actual de becas (el año pasado eran algo más de 380.000) al mismo tiempo que se vaya encareciendo la matrícula para los que suspendan es una de las bases de la propuesta con la que trabaja el Ministerio de Educación para crear un nuevo modelo de financiación universitaria. Así, el texto preparado por la comisión de financiación, al que ha tenido acceso este periódico, propone que las becas-salario para los alumnos con rentas más bajas crezcan en cuantía y se doble el número de beneficiarios (ahora, 50.000), las becas de movilidad (nacional o internacional) se multipliquen casi por cinco (desde las 23.600 actuales). Además, los becarios que aprueben todas las asignaturas con buena nota tendrán un plus cada dos años en su prestación.
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, vinculó ayer el nuevo modelo, promesa pendiente de la anterior legislatura, al pacto educativo. "Será clave y necesario" para ese pacto, dijo antes de la presentación en Madrid del libro Universidad, sociedad y territorio (editado por la Universidad de Cantabria y el Banco Santander). El documento de reflexión, redactado por la comisión formada por el Gobierno, las comunidades, los rectores y expertos, está aún abierto a discusión y a cambios -hoy precisamente se presenta en el Consejo de Universidades para que los rectores hagan sus aportaciones-.
Pero la nueva financiación va tomando forma, y una de las patas será la creación de un nuevo sistema de becas. Así, se establecerían cuatro umbrales de renta: baja, media-baja, media y media-alta, todos ellos, con derecho a la exención del pago de matricula y a las becas de movilidad.
Pruebas de la evolución
Hace 8 años
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