El último Eurobarómetro , hecho público como adelanto al día mundial contra el tabaco que se celebra el lunes, confirma que el número de fumadores en España no sólo no baja desde 2006, cuando entró en vigor la vigente ley para restringir el consumo de tabaco, sino que repunta ligeramente. De acuerdo con los datos de la encuesta, el porcentaje de fumadores es del 35%. Hace tres años, estaba en el 34%. En la UE, la tasa ha bajado del 32% al 29%. En cambio, los fumadores españoles consumen de media 13,9 cigarrillos al día, por debajo de los 14,4 de los Veintisiete y muy lejos de los más de 21 (una cajetilla) de Grecia y Chipre.
El estudio, que se llevó a cabo mediante un millar de encuestas por país (con alguna excepción, como las 1.500 de Alemania o las 500 de Malta, Luxemburgo y Chipre) entre el 2 y el 19 de octubre de 2009, está en línea con otras investigaciones, como la Encuesta Europea de Salud, que detectó incluso un aumento mayor (del 29,5% al 31,5% entre los mayores de 16 años).
En los 30 países estudiados (los de la UE, Turquía, Croacia y Macedonia), los porcentajes varían del 42% de Grecia al 16% de Suecia. España, con el 35%, ocupa el quinto lugar de la lista . Con respecto a 2006, la proporción sube en 10 países, y baja o se mantiene en otros 17.
En el estudio, destaca que un 52% de los parados fuma, lo que sugiere una relación entre este hábito y las situaciones de estrés. Por edades, el reparto es bastante uniforme, con la excepción de los mayores de 55 años, de los que sólo fuma el 17%. Esto es una mala señal, ya que indica que los mensajes no persuaden a los jóvenes.
Otras conclusiones del trabajo se resumen a continuación.
- Dejarlo. Un 28% de los fumadores europeos ha intentado dejar el hábito. De ellos, el 19% seguía sin fumar a los dos meses. Donde más gente se lo ha propuesto es en los países bálticos. España está aquí por debajo de la media, con un 23% de fumadores que intentan dejarlo. En este caso la buena noticia es que es cuatro puntos más que en 2006. La mayoría (un 67% en la UE y un 66% en España) no pidió ayuda para ello.
- Prohibiciones. Precisamente ayer entró en vigor en España la norma que obliga a incluir fotos de los efectos del humo en las cajetillas. Las tabacaleras tienen dos años para hacerlo, por lo que los fabricantes lo han retrasado, informa Elena Hidalgo. Esta es la medida más aceptada: la aprueba un 75% de los europeos, y aún más los españoles (el 77%). Lo que menos les gusta (aunque también tiene una aceptación mayoritaria) es que se prohíba la venta en máquinas.
- Tolerancia. El estudio muestra que, como corresponde a una población mayoritariamente no fumadora, son mayoría (un 61%) los encuestados que dicen que en su casa no se puede fumar. Y otro 24% solo deja que se haga en habitaciones determinadas. Los más estrictos en esto son los finlandeses (solo en el 2% de los hogares no se pone restricción alguna al uso del tabaco, y en el 95% no se puede encender un pitillo en ninguna parte). España está en el furgón de cola de esta clasificación, con un 27% de viviendas en que los dueños no ponen impedimento alguno a que se fume -solo por delante de Macedonia- y otro 28% en que se deja hacerlo solo en algunos sitios.
- Fumadores pasivos. Todavía hay un 24% de europeos que afirman que trabajan en entornos con humo. En España, debido al peso de la hostelería, esta proporción está en torno al 20%. Entre los clientes de este sector -algo que la ley que el Ministerio de Sanidad quiere evitar con la norma que acaba de enviar al Congreso-, un 93% de los españoles se ha visto expuesto al humo del tabaco. La media de la UE está en el 45%. En restaurantes, el porcentaje baja algo: 85% de los españoles y 30% de los europeos.
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